Balduino Enrico, Corsario holandés que protagonizó el famoso asalto a Puerto Rico de 1625. Balduino Enrico es el nombre que los españoles dieron a Boudewijn Hendrijks, un antiguo burgomaestre de Edam que se convirtió en uno de los grandes corsarios de la Compañía de las Indias Occidentales.
Enrico llegó a San Juan el 24 de septiembre de 1625 con su flota, Una escuadra de navíos holandeses, algunos de los cuales desplazaban hasta 500 toneladas,y 1.500 hombres. El puerto español tenía poca dotación militar, pero contaba con un castillo en el que servían 350 soldados a las órdenes del gobernador Juan de Haro. Éste comprendió lo inútil de defender la población y se atrincheró en el Morro con sus hombres, para obligar al enemigo a un cerco prolongado, única posibilidad de poder recibir refuerzos.
La escuadra completa entró por la bahía bajo fuego directo de los cañones, pero logro pasar casi ilesa. La ciudad fue ocupada y saqueada por los holandeses, quienes al cabo de un mes y medio la abandonaron, no sin antes quemarla. La retirada no fue fácil, pues bajo el fuego de los cañones del Morro, la primera nave encalló en la entrada de la bahía, entorpeciendo la salida de las demás.
El holandés se apoderó de San Juan e instaló su cuartel general en la fortaleza, mientras sus tropas efectuaban el correspondiente saqueo de casas y templos. El 27 de septiembre dispuso el asalto al Morro, pero fue rechazado. Conminó a la rendición a Haro una y otra vez sin resultado alguno y le amenazó con quemar la ciudad si no lo hacia; al no recibir respuesta, ordenó incendiar San Juan el 21 octubre. Enrico comprendió al fin la inutilidad de aquella empresa y abandonó Puerto Rico el 1 de noviembre bajo los cañonazos de los españoles, que hundieron el buque Medenblink, propiedad del príncipe de Orange. Enrico perdió más de doscientos hombres, dejando además quince prisioneros que Haro mandó ahorcar.
Corsarios del Caribe es una organizacion puertorriqueña, comunitaria sin fines de lucro de recreacion historica. "Artesanos recreadores de la historia de Puerto Rico" Nuestra misión es preservar y rescatar el valor historico, cultural y educativo de nuestro glorioso pasado. CONTACTO: Capitan Coraje TEL 787 754 6539 * DEJEN GRABACION PAUSADA Y CLARA Y REPITAN SU NUMERO TELEFONICO. EMAIL: jortajr@hotmail.com
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Tras varios dias de batalla entre los pocos soldados que habia, se unieron los criollos, ante esto los holandeses vieron frustrado sus intentos de rendir el Castillo del Morro, y se ordeno la retirada de sus tropas, pero sin antes cumplir su promesa de incendiar la ciudad. Este ataque holandés a Puerto Rico, "Fue como una sacudida que los isleños experimentaron y que los despertó del letargo en que habían caído en los últimos quince anos", provocando una oleada de protestas entre las cuales se exigía reparar el Fuerte del Morro. Pero la cosa no quedo ahi, ya que entonces a raiz de este ataque fue que construyeron ademas el Castillo San Cristobal....
ResponderEliminarCorrespondencia cursada entre sitiados y sitiadores durante el ataque holandés de 1625. Tomada de Arturo Morales Carrión, Historia del pueblo de Puerto Rico: Desde sus orígenes hasta el siglo XVIII,pp. 170 y ss.
ResponderEliminarCarta de Boudewijn Hendrickzs a Don Juan de Haro:
Señor Gobernador don Juan de Haro:
Bien puede ver Vuestra Merced la razón porque le somos tan acercados y considerar nuestra intención, así queremos: yo Boudewijn Hendrickzs, general de esta armada, en el nombre de los Señores de los Estados Generales y del Ilustrísimo Príncipe de Orange, que Vuestra Merced sin hacer alguna excepción, nos entregue el Castillo con sus personas en nuestras manos, lo cual haciendo no dejaremos de venir a buen apuntamiento; y al contrario, no queriendo, sois avisado que de aquí en adelante hemos resuelto no excusar persona, viejo ni mozo, mujer ni niño, y sobre todo aguardamos su respuesta y esto en pocas palabras.
Carta de Don Juan de Haro a Hendrickzs:
Visto el papel que Vuestra Merced me ha escrito y me espanto, que sabiendo que estoy yo aquí y con 13 años de Flandes, donde he visto las bravatas de aquella tierra, y saber lo que son sitios, se me pidan semejantes partidos; y si Vuestra Merced quisiere o pretendiere alguno, ha de ser entregándome los bajeles que están surtos en ese puerto, que yo les daré uno a los que hubieren menester para que se retiren; que esta es la orden que tengo de mi Rey y Señor, y no otra: Con que he respondido a su papel.
Carta de Hendrickzs a Haro:
Señor Gobernador:
Ya sabe el poder que tenemos sobre esta ciudad de Puerto Rico, la cual estamos no solamente resueltos a quemar, sino también todo lo que está en el contorno de ella, lo que os queremos avisar. Si por ventura queriendo guardar los vecinos de aquel daño se quería acomodar con nosotros, si así es, mándenos luego con quien habernos de tratar De otro modo no dejaremos de poner en ejecución nuestro intento.
Carta de Haro a Hendrickzs:
He visto el papel que se me ha escrito; y si todo el poder que queda en Holanda estuviera hoy en Puerto Rico, lo estimara en mucho para que vieran el valor de los españoles. Y si quemaren el lugar, valor tienen los vecinos para hacer otras casas, porque les queda la madera en el monte y los materiales en la tierra. Y hoy estoy en esta fortaleza con la gente que me basta para quemar a toda la suya; y no se me escriban semejantes papeles porque no respondo a ellos; y esta es la respuesta que doy. Y en lo demás, hagan lo que les pareciere.
El corsario pasó luego a Santo Domingo, donde cruzó algunos cañonazos con las baterías del fuerte, y más tarde a Margarita. El 22 de febrero arribó a Pampatar, que tomó fácilmente, y desembarcó en el Pueblo de la Mar (hoy Porlamar), pero ninguna de estas plazas compensaban el esfuerzo económico que se había hecho en el equipamiento de su armada. Siguió a Araya, donde mantuvo un duelo con la artillería del fuerte de Santiago, y prosiguió hacia las Antillas, realizando pequeñas acciones de pillaje.
ResponderEliminarBalduino decidió entonces poner rumbo a La Habana, cuyas defensas estuvo estudiando varios días, hasta convencerse de que era absurdo de intentar tomarla. Pasó entonces a Matanzas y recaló en Cabañas, donde hizo aguada y robó algún ganado. El corsario enfermó allí de fiebres y murió el 2 de julio de 1626. La armada emprendió entonces el regreso a Holanda, adonde llegaron solamente 700 de los 1.500 hombres con que se había atacado Puerto Rico