jueves, 28 de abril de 2011

28 DE ABRIL DE 1797 La invasión británica a Puerto Rico

Como á las cuatro de la mañana del 28, principió el enemigo el fuego bastante vivo de la batería de Mira-flores con dos cañones de 36, dos morteros
y un obus, y arrojaron porcion de granadas y balas incendiarias esforzando para ello su artillería. La mayor parte de estos proyectiles ó reventaban en el aire ó quedaban cortos en su alcance. Continuaron asi hasta las nueve de la mañana en que rompiò el nuestro de todas las baterías dirijidas á aquel punto y con dos morteros de á placa, colocados oportunamente. 

Los dos gánguiles y un ponton con mortero de 9 pulgadas hicieron tambien un fuego horroroso sobre Miraflores.
Oprimido sin duda el enemigo con tantos y tan bien dirigidos fuegos, cesó inmediatamente el suyo. No tuvimos otro estravio que el haberse prendido un almacen de víveres con una bala incendiaria, que felizmente se cortó.
Nuestro fuego hácia aquella parte no cesó en todo el dia y la noche, con mas ó menos viveza, y se reconoció el efecto favorable que hacian nuestras baterías, pues no solo destruian las suyas, sino que no les daba lugar á repararlas. Algunas granadas que arrojaron no causaron gran efecto. En la escuadra y buques del bloqueo no se advirtió la menor novedad.

El castillo de S. Gerónimo y el de la cabeza del puente, con los dos gánguiles, hicieron fuego noche y dia á las baterías enemigas, las que contestaban aunque con menos viveza.
Era incesante el trabajo que ofrecian aquellos castillos á sus comandantes para remediar las ruinas á que el fuego enemigo los tenia reducidos,
y á pesar de las mayores fatigas, se continuó con actividad en las obras del reducto, camino cubierto y espaldon de enfilada de la línea del trincheron: se const ruyeron blindages y se colocaron oportunamente en la escuela práctica de artillerìa, con el fin de poner à cubierto el depósito de pólvora, del fuego que pudiera causar alguna granada ó bala incendiaria. En la parte baja del castillo de S. Gerónimo se colocaron dos cañones para impedir el paso del Boqueron, si alguna lancha cañonera enemiga lo intentase. El acopio de faginas se activó en los partidos inmediatos, como el conducirlas á los parages convenientes. 

Se presentó un desertor enemigo y declaró
que este proyectaba un golpe de mano, aunque no creia hiciese una completa prueba, y se providenció para todos los puestos de mayor recelo lo que pareció mas acertado. Fué herido levemente en el castillo de S. Gerónimo, el capitan de milicias D. José Quiñones. Tuvimos en este dia 18 heridos, 3 del fijo, 5 de milicias de caballería, 5 de las de infanterìa, 2 urbanos y 3 franceses. Entraron en la plaza 252 hombres de las compañias urbanas de Toaalta.

1 comentario:

  1. La invasión británica a Puerto Rico de 1797. Relato tomado de "Memorias geográficas, históricas, económicas y estadísticas de la isla de Puerto Rico" Tomo 3, escritas por Don Pedro Tomás de Córdoba en la década de 1830. http://www.fortunecity.com/victorian/churchmews/1216/Invasion1797.html

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