sábado, 29 de enero de 2011

Sir Ralph Abercromby

                     Sir Ralph Abercromby
                     (7 de octubre de 1734 – 28 de marzo de 1801)
General británico. Después de prestar servicio en
la Guerra de los Siete Años, regresó a la actividad en 1793 en contra de Francia, comandante en jefe (1795–1797) en las Indias Occidentales, donde capturó Santa Lucía, Granada, San Vicente y Trinidad.
 El 17 de abril de 1797, Abercromby, con una fuerza estimada en 14,000 hombres, que incluyeron a soldados mercenarios alemanes e Infantes de Marina Reales y una aramda de 70 barcos una pod
erosa flota al mando del Almirante Harvey con 600 cañones invadió Puerto Rico. Desembarcando en Boca de Cangrejos ( Piñones ). La serie de combates llevados a cabo duró hasta la retirada britanica el 2 de mayo y se caracterizó por ataque seguido por contraataque. Entre las actividades del invasor durante el día 18 de abril cabe mencionar que bloquearon la boca del puerto y enviaron uno de los navíos con bandera blanca a entregar unos pliegos demandando la rendición de la ciudad. La negativa española fue punto de partida para llevar a cabo los planes generales de la expedición. Harvey y Abercromby estaban de acuerdo en la necesidad de aislar completamente la isleta y con tal propósito bloquearon el puerto y mandaron a cortar el Puente San Antonio.
El día 19 de abril se encontraban los ingleses frente al Puente de Agua y a las defensas de la Primera Línea, desde donde eran castigados por las baterías del Fuerte de San Gerónimo, Fuerte del Escambrón, y Fuerte de San Antonio.
El día 20 de abril los ingleses enviaron lanchas para reconocer el litoral de Punta Salinas en busca de un nuevo sitio de desembarco. Tal parece que el bloqueo de la isleta de San Juan no era muy efici
ente pues los de la ciudad continuaban recibiendo provisiones desde Cataño y Bayamón.

El día 22 de abril, el Gobernador y Capitán General Castro envió refuerzos al litoral oriental de la isleta pues temía que el bombardeo inglés hiciera caer esta Primera Línea Defensiva. Además de enviar más hombres, cañones y municiones, Castro envió parte de su "fuerz
a sutil" a contestar el fuego inglés. Las lanchas cañoneras se apostaron en el Caño de San Antonio y respondieron vivamente a la artillería inglesa.
El día 24 se llevó a cabo una de las acciones más gloriosas de la campaña. El Sargento de Milicias puertorriqueño Francisco Díaz, al frente de sus milicianos, organizó una batida a la retaguardia ingles
a infligiendo numerosas bajas al enemigo entre muertos, heridos y prisioneros.

El día 25 de abril los ingleses llevan a cabo una operación en las cercanías de la isla de Miraflores ( hoy Isla Grande ) y logran establecer en ella nuevas baterías con las cuales bombardear la Segunda Línea Defensiva y el frente de tierra de la propia ciudad.

El día 26 de abril se llevó a cabo una operación de desalojo contra las posiciones inglesas de Miraflores, pero ésta, al mando del Comandante Pedro Tomás de Córdova, tuvo un resultado desgraciado para los nuestros, que tuvieron que retirarse sin cumplir su objetivo.
Durante los próximos dos días, 27 y 28, continuó el intercambio de artillería entre los de Miraflores y los de la ciudad. Castro reconocía el peligro que presentaban los ingleses en Miraflores y ordenó q
ue se emplazaran baterías en La Puntilla para neutralizar las baterías inglesas de Miraflores.

Castro planeó y ordenó una contraofensiva española contra las líneas inglesas que se puso en efecto el 29 de abril y duró hasta el 30 del mismo mes. El plan consistía en un ataque coordinado con
tra las líneas inglesas. Por el sur atacó el cuerpo volante de Lara, por el este las fuerzas de Canales, por el noroeste se logró cerrar el paso del Boquerón con el propósito de impedir la retirada de la flota en esta Bahía, y finalmente, los corsarios franceses atacaron las playas del Condado.

La poderosa escuadra y fuerzas de desembarco inglesas se alejaron de nuestras costas el 2 de mayo de 1797 poniendo un punto final a esta malograda invasión inglesa de conquista. Una vez más quedaba en alto la conocida y frecuentemente probada valentía puertorriqueña, dejó comprobada la excelencia del magno sistema defensivo de la plaza fortificada de San Juan. Demostró también, una vez más, la vocación de armas de nuestro pueblo así como su valentía ante el invasor.
Los ingleses tuvieron 225 muertos y heridos; además perdieron 290 compañeros como prisioneros. Los españoles, por otra parte, sufrieron 42 muertos y 154 heridos. Las bajas españolas resultan escasas cuando se considera que los nuestros llevaron la batalla al inglés y no se conformaron con esconderse tras las murallas.
El pueblo de Puerto Rico, al reconocer sus héroes, no debe olvidar las brillantes actuaciones de todos los que participaron con arrojo y valentía en la defensa de la "Muy Leal".

En 1801, Sir Ralph Abercromby, realizó un desembarco brillante en la Bahía de Aboukir, derrotando de forma contundente a los franceses en la batalla de Alejandría, el 21 de Marzo de ese año, los británicos siguieron asediando a las desmoralizadas tropas francesas, h
asta lograr la capitulación de Napoleon, en el mes de Septiembre, y el final de la ocupación francesa de Egipto. 
Abercromby fallece en batalla, un monumento fue erigido en su honor en Inglaterra.

3 comentarios:

  1. Hacia el fin del siglo XVIII, Inglaterra quería restaurar el balance de poder en Europa de tal manera que pudiera retener el control de los mares y así obtener el dominio comercial de todo el mundo. Si lograba obtener el control del Caribe, esto facilitaría el proceso. Por eso, en 1797

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  2. Hacia el fin del siglo XVIII, Inglaterra quería restaurar el balance de poder en Europa de tal manera que pudiera retener el control de los mares y así obtener el dominio comercial de todo el mundo. Si lograba obtener el control del Caribe, esto facilitaría el proceso. Por eso, en 1797, Gran Bretaña envió al General Ralph Abercromby y al Almirante Henry Harvey al mando de una poderosa flota naval

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