martes, 22 de diciembre de 2009

jueves, 17 de diciembre de 2009

la llave de chispa

Los mosquetes fueron evolucionando hacia los mosquetes con sistema de encendido conocido generalmente como sistema de llave de chispa.

Este mecanismo consiste en una pieza denominada pie de gato o martillo, que sostiene por medio de una morsa una piedra de sílex o pedernal, que al raspar, impulsado por un muelle, sobre una superficie plana denominada rastrillo, produce chispas que encienden una pólvora de grano fino contenida en un receptáculo denominado cazoleta, éste fuego, a su vez, se transmite por intermedio de un orificio llamado oído al interior del cañón y enciende la carga de pólvora de grano más grueso que produce el disparo del arma.

Imagen tomada de http://www.corsarios.tierracelta.com.ar.armamento.htm

lunes, 14 de diciembre de 2009

las cañoneras

Antonio Barceló fue uno de los más esclarecidos marinos que jamás sirvieron a España. De humilde marinero ascendió a los más altos grados de la Armada por méritos de guerra, distinguiéndose en la marina sutil, con pequeñas embarcaciones. Inventó las cañoneras durante el Gran asedio a Gibraltar (1779-1783)

La Armada Española fué precursora en el uso de la lancha cañonera, que prestó grandes servicios y grandes victorias frente a escuadras convencionales desde el último cuarto del Siglo XVIII hasta el primer cuarto del Siglo XIX. Gracias a ellas se repelieron eficazmente los diversos ataques. Estas se utilizaron en las batallas de San Juan en el 1797 contra los britanicos y en los mangles hacia el puente Martin Peña.
 

domingo, 13 de diciembre de 2009

La Reina irlandesa Pirata Grace O’Malley

Grace O’Malley (1530-1603), famosa reina pirata y rebelde que se enfrentó a la reina Isabel I y que ha sobrevivido en la memoria popular como emblema de la lucha por la libertad de Irlanda.
Se conoce a O’Malley como “La Madre de todas las Revoluciones”.

 Nació a principios del S. XVI en irlanda, en 1530 cuando Enrique VIII ocupaba el trono de Inglaterra. Bajo el dictado del gobierno Inglés de la época, los semi-independientes príncipes y princesas irlandeses perdieron todos sus derechos durante la dinastía de los Tudor con la sucesión al trono de Isabel I (hija de Ana Bolena y medio hermana María Tudor, hija de Catalina de Aragón), reina de Inglaterra e Irlanda desde el 17 de noviembre de 1558 hasta el día de su muerte.
 
 

Grace era la hija dej jefe del clan O’Malley, Owen Dubhdarra O’Malley (un noble). Los O’Malley vivían en las tierras que se conocen hoy cómo “Barony de Murrisk” en el County Mayo. Él era un marino experto, al igual que su padre antes que él, y su familia negociaba con Escocia y España, contaba con una flota de caravelas y de galeras.

Según la leyenda irlandesa, cuando Grace era joven quiso ir con su padre de expedición a España, y no se le permitía por su larga cabellera -que podría enredarse en los cabos y cuerdas del barco-, así que se cortó el pelo para convencer a su padre de que la llevara, por eso se la conoce con el apodo “Gráinne Mhaol” (IPA: [ˈgrɑːnʲə veːl]) (en irlandés maol significa “rapad@” o que lleva el pelo corto); es el mote con el que se hizo famosa.

En 1546 Grace se casó con Donal O’Flaherty, con el que tuvo dos hijos, Owen y Murrough y una hija, Margaret. Vivían en Clare Island, donde tenía una flota compartida con su padre y un ejército privado de más de 200 hombres. Su fama como líder y experta marina crecía. En 1560 Donal murió en una batalla entre distintos clanes. En 1566 Grace se volvió a casar con Richard-in-Iron Bourke, que tenía un castillo, Rockfleet, menos expuesto que el que ella poseía en la isla de Clare. Cuando ella acabó de trasladar las naves y su ejército al castillo de Richard se divorció de él. Con la ayuda de Grace Richard había sido nombrado el primer “ministro” de Mayo y ella le había dado un hijo.

La capitana y reina de los piratas Grace O’Malley navegó las aguas de la Costa Oeste de Irlanda en el siglo XVI, y pirateó y comerció con sus botines durante más de 50 años. Incluso dio a luz a su hijo menor, Theobald (Tiboid-ne-Long) Toby of the Ships, a bordo del barco mientras que estaba siendo atacado por piratas del norte de África, en 1567.

Ella promovió rebeliones contra los militares ingleses que intentaron contener su poder, aún así ella se alió con la reina de Inglaterra cuando le interesaba. Con mucha audacia entró con su flota navegando por el Támesis para negociar con Elizabeth I en 1593.

Era una valiente lider por tierra y mar; comandante de un ejército propio; una navegante experta, capitana de una flota de naves, que ella manejaba a la perfección por toda la peligrosa costa Atlántica; una política practica y pragmática; audaz con lar normas y dura negociadora -atacó a su propio hijo cuando él se pasó al enemigo-; negoció habilmente con los despiadados estadistas maquiavélicos de Isabel I, como Lord Burghley, Sir John Perrott, Sir Henry Sidney, Sir Richard Bingham y al final con la Reina Elizabeth, Isabel I de Inglaterra.

A los 63 años de edad pidió el perdón real y luego se retiró a un lugar desconocido hasta el fin de su vida.
 

miércoles, 9 de diciembre de 2009

A fines del siglo XVIII el Imperio Ingles acechaba

Capitán Juan Francisco Bodega y Quadra, Marina real, hacia 1785. Viste el uniforme de gala de la Marina Real .

 A fines del siglo XVIII el Imperio Ingles acechaba todos los dominios españoles en América, entonces Bodega y Quadra es puesto en la defensa de los mares del norte, una zona geopolítica estratégica. Se cuenta que el marino puso dos condiciones para aceptar la misión; construir una nave capaz de enfrentar al clima y a los ingleses y que esta debía ser construida en el Perú , por la privilegiada madera peruana y sus hábiles constructores. Así nació “La Favorita”, una nave que salió del Callao en 1779 rumbo a los mares del norte.
Esta expedición llego hasta la latitud 70º, al tocar la costa de lo que hoy es la provincia de British Columbia (Canadá), fundo una pequeña población a la que llamo Córdoba y otra que aún lleva el nombre de Valdez y al encontrar aun grupo de ingleses en el lugar los apreso y expulso, esto determino que Inglaterra declarara la guerra a España.

La situación de España en Europa era complicada y no pudo como esperaba contar con el apoyo de Francia, entonces tuvo que ceder a los ingleses lo ganado por el valiente peruano, los limites se redujeron el paralelo 61 al 48, o que hoy es la actual frontera entre Estados Unidos y Canadá ( entonces trazada por el marino limeño como los limites entre España e Inglaterra).

Para cumplir el tratado, ambas potencia enviaron a sus marinos más prominentes, Inglaterra mando al capitán George Vancouver y España al capitán Juan de la Bodega y Quadra , lo que sigue es una historia de caballerosidad y diplomacia, el marino peruano se hizo amigo del ingles y lo agasajo con toda la riqueza de la comida criolla peruana , gracias a nuestra gastronomía España consiguió ventajas territoriales ante un enemigo poderoso, en un gesto de amistad el navegante limeño agrego el nombre de Vancouver a la isla descubierta , llamándola Bodega y Vancouver (paradójicamente solo sobrevive el nombre ingles), después no dudo en plantar la bandera de España en la isla, pero por la presión de Londres, España tuvo que ceder dicha posición, algo que el navegante peruano no llego a ver porque murió en México en 1794 victima del escorbuto. Su muerte causo gran desazón en la tripulación del Discovery el barco de Vancouver, en su diario el capitán ingles escribió: “ Esta inesperada noticia opero en mi y en mis hombres una tristeza tal que es más fácil imaginarla que describirla”

El marino peruano es hoy reconocido en Canadá como el gran explorador del siglo XVIII, incluso una escuela de la Armada Canadiense lleva su nombre, al igual que una de las vías más importantes de la ciudad de Victoria. En el Palacio Legislativo de la Columbia Británica hay un mural donde aparece estrechando la mano de Vancouver, en una muestra de caballorisidad que casi cien años después Miguel Grau haría proverbial.

descubridor de las costas de California; Alaska y de la isla de Vancouver en Canadá.

Pocos saben que un marino limeño fue uno de los navegantes más importantes del siglo XVIII, descubridor de las costas de California; Alaska y de la isla de Vancouver en Canadá. Su nombre es Juan Francisco de la Bodega y Quadra,
 Esta historia comienza a fines del siglo XVIII, y el barco esta anclado en las costas de San Blas, en el Virreinato de México, es solo una goleta pequeña de 36 pies de eslora, frágil de mal timón, con un lugar común bajo cubierta y un camarote en popa para el capitán del navío.

Su nombre “La Felicidad” , su capitán es Juan de la Bodega y Quadra, un marino nacido en Lima en 1743, hijo de un acaudalado comerciante español y de una dama limeña, tiene 30 años y viene de pelear en la guerra de “Los Siete Años” que librara Carlos III contra los ingleses. Ahora es enviado por le Virrey de México Antonio de Bucarelli, a viajar por los fríos mares del norte para desalojar a comerciantes rusos que supuestamente han encontrado un paso marítimo hacia Norteamérica y amenazan la soberanía de la Corona.La idea es sacar al invasor y reconocer para España los territorios inexplorados hasta los 65º de latitud. Junto a “La Felicidad” también viaja “La Santiago” , ambas naves no sobrepasan las tres decenas de hombres.

Las condiciones de las naves, el mal clima y la falta de mapas, hacían incierta la travesía, al llegar a la latitud 48, las naves fueron emboscadas y casi la mitad de la tripulación fue masacrada por los nativos, a pesar de ello Bodega y Quadra continuo con su misión, devolviendo a cuanto ruso encontró en su camino a su lugar de origen. Debido al mal tiempo, a mediados de julio de 1775, “La Santiago” inicio el retorno, Bodega en cambio continuo hacia el norte durante casi dos meses más, hasta llegar a donde ningún europeo lo había hecho aún; la latitud 61º.

Hoy dicha expedición es considerada una hazaña náutica, el navegante limeño exploro la costa norte de Alaska, la isla Kodiak y Juneu (hoy capital de Alaska), después reconoció el estrecho de San Juan de Fuca , que nadie visitaba desde el siglo XVI, y descubrió la entrada del ancho puerto interior que hoy es Seatle (capital del estado de Washington). Salió luego al noreste y avisto las costas de lo que iba a ser Vancouver en Canadá, finalmente continuo navegando por la larga bahía de “La Bodega” hoy llamada “San Francisco”. A su retorno se publico sus cartas y notas geográficas y marinas, donde catalogo y describió 400 especies de flora y fauna. El famoso La Perousse alabo esta expedición en su “Atlas alrededor del mundo” del siglo XVIII.


domingo, 6 de diciembre de 2009

Corsario en la Y




Nuestras actividades incluyen, no solo la recreacion, sino la presencia en actos y homenajes meritorios de instituciones culturales, cívicas y educativas
Convencion de coleccionistas YMCA; diciembre 2009

jueves, 3 de diciembre de 2009

Capitan Koraje escolta concentracion de impedidos




DEFENSA DE LOS DERECHOS Y LA INCLUSION TOTAL DE LAS PERSONAS CON IMPEDIMENTO, el jueves 3 de diciembre frente al CAPITOLIO.
Corsarios del Caribe: Nuestras actividades incluyen, no solo la recreacion, sino la presencia en actos y homenajes meritorios
de instituciones culturales, cívicas y educativas.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Isla de Mona... Amoná


La actividad del hombre en la Isla de Mona comenzó, cuando menos hace mil años, con la llegada de los Araucas que vinieron del este, y se instalaron en
las cuevas, donde aún quedan vestigios de su presencia. Llamaron a la Isla Amoná.

Se alimentaban de pescado, tortugas, crustáceos, cangrejos, iguanas, lagartijas, y pájaros. En añadidura, cultivaban el casabe y la batata en los llanos costaneros y posiblemente en la parte de la meseta donde la tierra es más profunda. Rayaban el casabe y lo cocían para hacer una especie de pan al que llamaban casabí.

El agua la obtenían de pozos poco profundos y de los charcos que se formaban naturalmente en las rocas. Sus cacharos los hacían de la arcilla que encontraba a la mano. Hilaban el algodón silvestre para tejer sus vestidos y sus hamacas.

En 1508,
una carabela, al mando de Juan XII Calderón, teniente de Juan Ponce de León, vino a la Mona desde San Juan en busca de más casabí y batata. Ponce de León, encontró en la isla una fuente tan valiosa de alimentos para su nueva colonia que, en lugar de llevar a los nativos como esclavos a San Juan, los dejó en la Mona para que cultivasen la tierra. Los indios hacían también hamacas y camisas para la colonia. La isla pasó a ser un punto de escala de los barcos que viajaban entre San Juan y Santo Domingo.

Pero los nativos recibieron pronto malas noticias de Santo Domingo. Los españoles habían esclavizado a muchos de sus hermanos, los jigüeyanos, obligándolos a extraer el oro de aquellas tierras. Estos se rebelaron muy pronto y hacían frecuentes incursiones en las colonias españolas. Algunos indios de la Mona en busca de la pesca del carey se pasaban a Santo Domingo para ayudar en la lucha contra los españoles. Otros, que habían escapado de la esclavitud en Santo Domingo se refugiaban en la Mona.

En consecuencia, disminuyó la población indígena de esta Isla. Casi desierta hacia 1534, la utilizaban como lugar de reunión los refugiados que huían de Puerto Rico en pos de las recién descubiertas minas de oro del Perú. El Rey Carlos I rechazó una proposición de Puerto Rico para la fortificación y la defensa de la Isla.

    Abandonada e indefensa, la Mona cayó en manos de los piratas que, encontrando en ella un sitio ideal para la reparación, aprovisionamiento y agua para sus barcos, la mantuvieron bajo su dominio por casi tres siglos. Los corsarios franceses que saquearon y quemaron a San Germán, Puerto Rico, en el año 1528, se refugiaron en la Mona con sus dos buques y allí apresaron a dos españoles quienes estaban a cargo de los nativos. Después de esperar inútilmente por ocho días la llegada de barcos españoles para apresarlos, se marcharon.


En 1541, un barco francés de Saint John, con 35 hombres de tripulación atacó una carabela y hundió otra cerca de la Mona. Los bucaneros desembarcaron, saquearon la Isla y capturaron cuatro indios. Dos años después de haber saqueado las costas de Guayama, San Germán y Cabo Rojo, fueron atacados en el Pasaje por barcos españoles procedentes de Santo Domingo. La nave capitana de los piratas fue apresada y los españoles procedentes de Santo Domingo ahorcaron unos cuarenta hombres. No obstante, los piratas franceses retuvieron el dominio de la Mona hasta 1576, y en dos ocasiones más por lo menos atacaron a San Germán.
    Los piratas le hicieron la vida imposible a los indios en la Mona, y hacia 1561, éstos habían casi desaparecido. Allá por el 1590, Sir Walter Raleigh, quien hacia cinco meses que había salido de Inglaterra rumbo a América del Norte con tres buques y 105 hombres, se detuvo en la Mona para hacer agua. Mataron dos cerdos salvajes y una iguana. Uno de los miembros de la expedición murió allí.
    John White, un inglés armado, en curso, arribó a la Mona el 13 de marzo de ese mismo año. Encontró allí diez o doce casas, cuyos ocupantes habían huido a refugiarse en las cuevas, y las quemó. El 11 de abril de 1591 Christopher Newport, otro marino inglés, desembarcó en la Mona y se encontró con 19 personas que vivían del cultivo de tubérculos y de la cría de cerdos.
    En 1593 el Exchange, uno de los barcos de Sir Francis Drake y Sir John Hawkins, se perdió en el Pasaje de la Mona durante un mal tiempo, el palo mayor, el bauprés y el trinquete fueron rotos por la furia del viento. La tripulación se salvo milagrosamente del casco que se hundía después de reventar el cabo con que intentaron remolcarlos. En noviembre de ese mismo año Sir James Lancaster llegó a la Mona en el Edward Bonaventura. Encontró viviendo en la Isla a un viejo indio con sus tres hijos. Mientras Sir James estaba en tierra con 19 miembros de su tripulación, una turbonada rompió las amarras del barco, el cual se perdió con cinco hombres y un muchacho a bordo. Los marinos que se habían quedado en tierra fueron rescatados 29 días después por un barco francés.
    Durante los siglos 17 y 18, las cabras y posiblemente los cerdos que se habían vuelto salvajes parecían ser los únicos supervivientes de la colonización anterior.
    En 1699, nada menos que el célebre Capitán William Kidd, estuvo perdido por algún tiempo en la Mona, al regresar de una incursión en la que saqueo los barcos en aguas de Puerto Rico. En 1804 los piratas franceses de Haití armaron una fragata y cuatro pequeños veleros, se ocultaron en las inmediaciones de la Mona y atacaron y abordaron los barcos ingleses y españoles. En un ataque por sorpresa lanzando poco después por las autoridades de Puerto Rico, estuvo a punto de caer prisionero el Pirata Cofresí. Su barco fue apresado con cuatro tripulantes, pero él se ocultó en una caverna y huyó después a Santo Domingo en un pequeño velero. La muerte de Almeida (El Portugués) en el Morro que, de acuerdo con los datos oficiales, tuvo lugar en 1832 ante un pelotón de fusilamiento, parece señalar el final de la piratería en la Mona. En 1858, no había rastros de habitantes en la isla.
    Todo parece indicar que no hay pruebas de que en la Mona se encontrara o se ocultara alguna vez un tesoro de piratas. Varios esqueletos enterrados en la Sardinera y en Playa de Pájaros, que se dice son de europeos y no de indios, puede que sean de victimas de los piratas. En 1874, el Gobernador de Puerto Rico envió una partida para buscar el tesoro de los piratas, pero la empresa se abandonó después de diez días cuando se suicidó uno de los trabajadores.



domingo, 22 de noviembre de 2009

el corso y la piratería

En principio, los barcos de Indias iban y venían de acuerdo con las necesidades comerciales. A raíz de las guerras entre España y Francia, el corso y la piratería hacen su aparición. En 1521 comienzan los ataques de los corsarios franceses Jean Ango y Fleury. Carlos V adopta medidas protectoras para el tráfico indiano, como la Real Provisión de 13 de junio de 1522. Se juzga necesario crear una armada para proteger las flotas de Indias. Un "asiento" suscrito en Sevilla con los comerciantes de esta ciudad ordena "hacer una armada contra corsarios repartiendo el gasto de la avería en lo que se truxese de las Indias y entre los moradores de los puertos interesados". Posteriormente se dictan otras normas, pero quizás la de mayor interés es una Real Cédula de 1542, por la que los buques procedentes del Caribe y Nueva España salgan de allí "viniendo en flota". A partir de 1524, las naves salen reunidas para darse mutua protección, defendidas por cuatro naos armadas, que sostiene el impuesto de avería. Reinando Felipe II. En 1561 se establece el sistema de Flotas y Galeones por el que se da protección a los convoyes desde América hasta las costas españolas. Este sistema permaneció, con algunas vicisitudes, durante más de dos siglos, hasta la promulgación por Carlos III del Decreto de Libre Comercio. No obstante, ocasionalmente se autorizaban los llamados Navíos de Permiso, que efectuaban el viaje al margen de las flotas. Las ordenanzas reales intentaron esquivar el peligro de las flotas enemigas y de los corsarios, unificando el transporte en solo dos expediciones anuales. Sin embargo, cuando la debilidad de la Marina española se hizo patente, ni la travesía en convoy garantizó la seguridad de naves y mercancías.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Raices: dia de la puertorriqueñidad




15 de noviembre 2009, parque Muñoz Rivera, antiguo San Juan, exposiciones del club figuras de acccion de Puerto Rico

MARCHA VERDE 2009




reconociendo la importancia de reciclar. Desde hace ya 12 años, el 15 de noviembre fue designado como el Dia que America Recicla, y esta fecha es considerada como una fecha oficial.
Reciclaje y la Proteccion del Medio Ambiente
corsarios del caribe: Nuestras actividades incluyen, no solo la recreacion, sino la presencia en actos y homenajes meritorios
de instituciones culturales, cívicas y educativas

martes, 3 de noviembre de 2009

actividad 15 de noviembre de 2009

MARCHA VERDE 2009


Domingo, 15 de noviembre de 2009
8:00 am
PLAYA DEL ESCAMBRON EN RUTA HACIA EL CAPITOLIO

En esta fecha, que este año cae domingo, se estara reconociendo la importancia de reciclar. Desde hace ya 12 años, el 15 de noviembre fue designado como el Dia que America Recicla, y esta fecha es considerada como una fecha oficial.

Este año queremos realizar algo por primera vez, y es que tenemos la idea en mente de formar un lazo humano color verde, que simbolize el compromiso de todos los participantes en la Marcha, con el Reciclaje y la Proteccion del Medio Ambiente
Todos los que asistan a la marcha, deberan usar
CAMISA VERDE

actividad 14 noviembre 2009

Manga Criolla Expo

Sábado, 14 de noviembre de 2009
Hora:
9:00 am
hasta las 5 pm 



 Centro de Bellas Artes de Caguas           ENTRADA LIBRE DE COSTO
La actividad servirá la exposición de artistas del comic local.
Exposición y torneo de artistas "amateur"
• Competencia de Cosplay de personajes de comics locales y otro de comic interanacionales, sci-fi o otras cosas.

EL COSPLAY DEL PERSONAJE DE COMIC LOCAL con premio de $100.00


patente de corso

Cédula o despacho con que el Gobierno de un Estado autorizaba a un sujeto para hacer el corso contra los enemigos de la nación.

La expresión patente de corso se refiere a la carta patente o documento oficial que alguien podía presentar („hacer patente“) para demostrar que estaba autorizado a emprender una campaña naval para perseguir a los piratas o a embarcaciones enemigas, es decir, para hacer un corso (del latín „cursus“ = ‘carrera’): persecución y saqueo de naves llevados a cabo no como acción de guerra, pero sí por barcos autorizados por su gobierno.

El pirata (tomado del griego peirates: ‘bandido’, ‘saqueador’) es la persona que navega sin licencia y asalta y roba barcos en el mar o en las costas.

Un bucanero (del inglés “bacon” referido a los vendedores de carne salada de la isla de Santo Domingo) es un pirata que en los siglos XVI y XVII saqueaba las posesiones españolas en tierras americanas.

Se distingue de corsario, que es el pirata que saqueaba con la autorización del gobierno de su nación las embarcaciones enemigas.

En la práctica, sin embargo, es difícil determinar dónde empieza la piratería y dónde termina el corso, que degenera fácilmente en aquélla; el mismo individuo es considerado a veces corsario por sus compatriotas y pirata por los enemigos.

domingo, 25 de octubre de 2009

sábado, 24 de octubre de 2009

SAN JUAN A TRAVES DE LOS PERSONAJES DE SU HISTORIA

En franco desafío al tiempo, personajes forjadores de la historia sanjuanera, volverán a recorrer la Plaza de Armas del Viejo San Juan para dar sus testimonios y contar sus aventuras. Bajo la dirección, libreto, producción y montaje de Ariel Cuevas y Brunilda E. García, el grupo de actores de la Compañía Cimarrón Músico-Teatral recrearán la obra “San Juan Revive su Historia”, este domingo 25 de octubre en funciones gratuitas a las 4:00 p.m. y 5:00 p.m. El maestro titiritero, Francisco Torres, dará la bienvenida y narrará la historia de la defensa de Puerto Rico a través de Los Guiñoles de San Juan, antigua tradición teatral con muñecos. El corsario Miguel Enríquez relatará cómo logró crear un imperio comercial en el Caribe al poseer una flota de 30 barcos, convirtiéndose en el principal sostén de la monarquía española. 
 
 Proveniente de Flandes, el óleo de la Virgen de Belén cobrará vida en el cuerpo de la actriz Hannah Toro, quien relatará cómo llegó a la Isla y despareció de la Iglesia San José, en el siglo diecinueve. Don Ramón Power y Giralt, primer representante de la Isla en las cortes españolas, recordará a los espectadores su intervención en la declaración de la igualdad de derechos. Por su parte, el maestro Rafael Cordero ofrecerá al público la mayor lección de la tarde, mediante sus palabras ilustradas y quien, junto a Ana de Lanzos, fundadora de San Juan, transportarán al público a través de un tiempo imaginario lleno de historias. 

martes, 20 de octubre de 2009

El caballeroso capitán Roberts

Bartholomew Roberts es el pirata más exitoso de la historia, el número de embarcaciones que capturó supera con creces a los de cualquier otro. Pero su fama no se debe solo a su éxito sino a su gran caballerosidad con la mayoria de vencidos.
John Roberts nació en 1682 en Casnewydd Bach, en Gales, su vida era la de un marino normal, hasta que en 1719 el barco negrero en el que viajaba fue capturado en la costa africana por el pirata Howell Davis. Roberts decidió unirse a la tripulación pirata, cambiando su nombre John por Bartholomew. Poco tiempo después, el capitán Davis murió en un ataque contra la Isla de los Príncipes y sorprendentemente Roberts fue elegido capitán por votación de la tripulación. Al poco tiempo de su elección Roberts decidió dejar las costas africanas y zarpar hacia Brasil para trasladar a América su campo de operaciones. En su ruta hacia América Roberts se topó con un convoy portugués que atacó exitosamente, capturando varios mercantes y un buque de guerra. Tras vender los navíos capturados y su carga en Nueva Inglaterra, Roberts decidió operar en las zonas pesqueras de Terranova, capturando o destruyendo un gran número de barcos pesqueros. Tras esta exitosa campaña, en 1720 Roberts vendió los barcos que había capturado y se compró un navío francés de 28 cañones, al que bautizó como “Royal Fortune”. Con su nuevo barco, Roberts se trasladó al Caribe, donde inició una nueva exitosa campaña de capturas, capturando en tan solo cuatro días 15 barcos mercantes ingleses y franceses y un buque de guerra holandés de 42 cañones. Con la llegada del otoño y la falta de vientos propicios Roberts decidió atacar la isla de Martinica, capturando un gran número de barcos hasta la llegada de la primavera de 1721. Uno de los barcos que capturó fue el del mismísimo gobernador de Martinica, al cual colgó del mástil de su propio navío, en venganza por las ejecuciones de piratas en Martinica. Roberts cambió su barco por un nuevo navío francés de 52 cañones, al que nuevamente puso el nombre de “Royal Fortune”. Tras eso, Roberts zarpo hacia África, donde se dedicó a capturar barcos negreros, perjudicando de tal forma el comercio de esclavos que el gobierno británico encargó al buque de guerra “Swallow” que le diera caza. El 10 de febrero de 1722 ambos barcos se encontraron, la tripulación de Roberts estaba borracha, ya que habían estado celebrando las últimas capturas. A consecuencia de ello, su tiempo de reacción fue demasiado lento, lo cual aprovechó el “Swallow” para acercarse a corta distancia y lanzar una andanada de metralla que barrió la cubierta del Royal Fortune, matando en el acto al capitán Roberts, cuyo cuerpo fue lanzado al mar por la tripulación para evitar que fuera mutilado o usado de escarnio por sus enemigos. La batalla duró tres horas más, al final de la cual los piratas se rindieron. El capitán Ogle, del “Swallow”, encontró 300 toneladas de polvo de oro en los buques de Roberts. Toda la tripulación superviviente fue ahorcada en un fuerte de la costa de África.

Roberts fue el pirata más grande de todos los tiempos, ya que nadie obtuvo un número de presas tan alto como él, más de 200 en tan solo dos años. Roberts fue un valiente líder que siempre encabezaba los abordajes con dos pistolas en bandolera y un sable en la mano. Pero a la vez era un excéntrico capitán, siempre estaba perfectamente vestido, peinado y rasurado, amaba la ropa costosa y la música de camara, incluso en ocasiones hizo tocar una orquesta a bordo. La tripulación de su barco era bastante disciplinada y se regía por los códigos de conducta que les imponía Roberts; estaba prohibido pelear, jugar juegos de azar y blasfemar. Peso a ello, la tripulación le tenía un gran afecto por su carisma y su justicia en el reparto del botín. En cuanto a su vida privada Roberts era homosexual, su pareja era el marinero John Walden, al que la tripulación llamaba “Miss Nanny”, el cual era un duro marinero al que le gustaba quemar vivos a los esclavos que caían en sus manos. Walden fue ahorcado junto al resto de la tripulación de Roberts.

La fama de caballero del mar de Roberts fue legendaria, pero no hay que pasar por alto la crueldad con la que siempre trató a los franceses que caían en sus manos, no solo al gobernador de Martinica sino a tripulaciones de barcos franceses que torturó y asesinó sin piedad.

domingo, 18 de octubre de 2009

El Olonés

François L’Olonnais, conocido también como “El Olonés”, fue un autentico pirata psicópata, sus atrocidades sin límites le hicieron ser sumamente temido en las colonias españolas. El Olonés nació en 1635 bajo el nombre de Jean David Nau, en Les Sables d’Olonne, Francia. Tras alistarse en el ejército francés fue destinado a las Antillas y tras cumplir su servicio militar se unió a las bandas de piratas que infestaban la zona. Pronto se convirtió en una autentica amenaza para los pequeños mercantes que surcaban el mar Caribe. El Olonés era terriblemente cruel con los prisioneros capturados a los cuales despedazaba en vida, les devoraba el corazón o les extraía los intestinos.
En 1666, El Olonés saqueó audazmente la ciudad de Maracaibo, en la costa de Venezuela, masacrando y torturando horriblemente a los pobladores que capturaba. El botín recibido fue enorme, pero los piratas lo dilapidaron en continuas fiestas y orgias. Tras eso El Olonés se dedicó a atacar las costas de México y Honduras, capturando varios barquitos pesqueros y algunos galeones españoles. EL gobernador de Cuba intentó detener sus saqueos, zarpando en su búsqueda con el galeón “Virgen del Rosario”, pero el Olonés consiguió escapar a la isla Tortuga. Poco después volvió a atacar las costas de México, pero fue derrotado por los españoles y a duras penas consiguió escapar herido y en solitario, llegando en una canoa indígena hasta la isla Tortuga. Tras reclutar una nueva tripulación, el Olonés se dedicó a saquear las costas de Cuba, hasta que un banco de arena hizo encallar a su barco. Embarcándose de nuevo en canoas, El Olonés y sus hombres llegan hasta el Golfo de Darién. Pero cuando se internan en la selva en busca de agua y fruta son atacados por los belicosos indígenas caníbales “Kuna” que habitaban las selvas del Darién. Solo un hombre de la tripulación consiguió escapar de los indígenas y regresar a las balsas. El Olonés y el resto de la tripulación fueron despedazados, cocinados y finalmente devorados por los Kuna. Un merecido fin para tan despiadado psicópata.

lunes, 12 de octubre de 2009

La bandera de la calavera

La bandera de la calavera y las tibias, la conocida "Jolly Roger", no fue la única utilizada por los piratas de la "Edad de oro de la piratería" (siglos XVII y XVIII). Muy a menudo las personalizaban con motivos como relojes de arena, gotas de sangre, flechas, espadas... Pero muchas veces, para actuar con mayor posibilidad de sorpresa, los barcos piratas enarbolaban falsas. También eran utilizadas las banderas lisas, cuyos colores tenían valor simbólico: negro de muerte, rojo para la batalla sin cuartel, etc. ("La Connoissance des Pavillons").
 

Jolly Roger es el nombre que recibe la bandera tradicional de los piratas de Europa y América, con la imagen actual de una calavera cruzada por huesos sobre un campo negro. Sin embargo, existen una gran cantidad de variantes de dicha bandera. Jack Rackham (Jack el Calicó) y Thomas Tew usaban variaciones con espadas. Edward Teach (alias Barbanegra) usaba un esqueleto sosteniendo un reloj de arena en una mano y un dardo o lanza en la otra, al tiempo que permanecía al lado de un corazón sangrante. Bartholomew Roberts (también conocido como Bart el Negro) usaba dos variaciones: Un hombre y un esqueleto que sostienen una lanza en una mano, mientras que juntos agarran un reloj de arena o una copa o un hombre armado de pie sobre dos calaveras sobre las letras ABH y AMH (A Barbadian's Head y A Martinican's Head, simboliza que cada una de las calaveras son de habitantes de Barbados y de Martinica, queriendo decir que la muerte les esperaba).

Los esqueletos bailando significaban que los piratas se preocupaban por su destino. La bandera de la calavera y los huesos cruzados fue usada posteriormente por los Chetniks, también es usada por con cierta frecuencia por los anarquistas por ejemplo la usada por el Ejército Negro. En España, durante el Siglo XIX, fue usada por los carlistas , iniciando esta tradición el ejército carlista de Cataluña comandado por el General Ramón Cabrera


sábado, 3 de octubre de 2009

Los Wokou

Los Wokou eran piratas que atacaban en las costas de China y Corea desde el siglo XIII en adelante. Originalmente, los Wokou eran soldados, vagabundos, mercaderes y contrabandistas de Japón, pero luego pasaron a ser chinos en su mayoría.
La primera etapa de la actividad Wokou comenzó en el siglo XIII y se extendió a la segunda mitad del siglo XIV. Los piratas japoneses se concentraron en la península coreana y se esparcieron a lo algo del Mar Amarillo hasta llegar a China. La China Ming implementó una política para prohibir el comercio civil con Japón mientras mantenía el comercio gubernamental. La corte Ming creía que la limitación al comercio no gubernamental llevaría a la eliminación de los Wokou. 

Sin embargo, esto forzó a muchos comerciantes chinos a proteger sus propios intereses mediante comercio ilegal con Japón. Esto llevó a la segunda fase importante de los Wokou que ocurrió a comienzos del siglo XVI, cuando los piratas japoneses se aliaron con sus contrapartes chinas y expandieron sus fuerzas. Durante este período la composición y el liderazgo de los Wokou cambió significativamente al convertirse en chino. En 1550 los Wokou operaban en los mares del este de Asia. 

El término ‘Wokou’ es una combinación de ‘Wo’, que hace referencia a lo japonés, y ‘kou’, que significa ‘bandido, enemigo, invasión’. La referencia textual más antigua del término ‘Wokou’ como invasor japonés viene de Gwanggeto Stele, en el año 414.

Según los Anales de la dinastía Joseon de 1395, los wokou eran comandados por un pequeño número de lores feudales de las áreas costeras de Japón y se trataba de pequeños granjeros y pescadores. Se decía que los wokou tenían entre 20 y 400 naves. La falta de estabilidad política en Japón en ese momento fue una de las causas primarias de la aparición de los wokou.

También existían falsos wokou que se disfrazaban como japoneses. En los Anales de la Dinastía Joseon, Summong Lee dice ‘He escuchado que el período tardío de la Dinastía Goryeo los Wokou estaban por doquier y los campesinos no podían enfrentarlos. Sin embargo, aunque solo uno o dos de cada diez incidentes eran causados por los Wokou reales, algunos de nuestros campesinos usaban las ropas de Wo, formaban un grupo y causaban problemas…para frenar todos los males nada es más urgente que Hopae (instrumento Goryeo para la identificación personal)’. Este es el único documento que habla sobre la falsedad de los wokou. Sin embargo, se trata de un material confuso. Summong Lee no trabajaba contra los wokou; tampoco vivió durante la dinastía Goryeo. Dijo que el rumor lo había escuchado, por tanto se trataba de un informe basado en un rumor sin base alguna. Es poco prudente pensar que solo por el testimonio de una frase los wokou eran gente de la época Goryeo. Según Goryeosa, los reportes de wokou falsos fueron 3 casos entre 529 incidentes. Además en los Anales de la dinastía Joseon, hubo 312 incidentes realizados por piratas japoneses, pero no hay ninguno relacionado con personas de la época Joseon. En cualquiera de los casos, la mayoría era de origen japonés.
De la misma manera, las ‘Historias de Japón’ de ‘La historia de Ming’ afirman, en relación con un ataque particularmente grande, que ‘los japoneses reales son tres entre diez, el resto de los siete son seguidores’.

Desde las propuestas de Tanaka Takeo ha sido aceptado ampliamente en Japón la que la reputación de los Wokou no fue hecha por los japoneses sino por otros que se hacían pasar por wokou. Sin embargo, el discurso de Sunmong no forma parte de esta teoría porque fue dicho con la intención de alertar al rey sobre la seriedad de la seguridad pública y la importancia del Hopae. El cuerpo principal del discurso se concentra en cómo la seguridad pública está contaminada y requiere atención especial. Distintos términos fueron usados para distinguir entre los Wokou verdaderos y los falsos.

martes, 29 de septiembre de 2009

La piratería en el siglo XVIII

Durante este siglo tanto la piratería como el corso en el Caribe siguieron existiendo pero con características distintas a la centuria anterior.
En el Tratado de Utrech (1713) las potencias firmantes se comprometieron a asegurar el comercio en los mares. Inglaterra era la nueva potencia dominante y tenía una flota lo suficientemente poderosa como para no necesitar de piratas o corsarios, aunque la práctica no fue abandonada del todo. 

El famoso William Kidd (conocido como el Capitán Kidd) realizó a finales del siglo XVII u largo viaje a extremo oriente de donde regresó con un cargamento de oro, marfil y especias que le rindió 3000 libras esterlinas a cada miembro de su tripulación. Aprisionado en 1698 por la Royal Navy, fue juzgado y ahorcado en Londres en 1701.

El pirata Edward Teach “Barbanegra” se hizo célebre por adornar su hirsuta barba con cintas, usar en batalla un peculiar sombrero con mechas que arrojaban estelas de humo, y por su excesiva crueldad con los prisioneros. 

En 1718 el gobernador de Virginia ofreció una recompensa para quien lo atrapara, ya fuera vivo o muerto. El teniente Robert Maynard de la Royal Navy lo persiguió con dos buques, abordó su barco y se trabó en un duelo de machetes. Barbanegra murió con veinte heridas y cinco impactos de mosquete. Maynard le cortó la cabeza y la colgó en su barco como trofeo.
En 1720 en Jamaica partió una furiosa cacería de filibusteros. En 1721 fueron apresadas las famosas mujeres piratas Mary Read y Anne Bonney, que se salvaron de la horca a causa de que estaban embarazadas.

Ante la supremacía naval británica, los demás países recurrieron tanto a piratas como corsarios. España varió su política y comenzó a dar patente de corso a capitanes criollos que atacasen embarcaciones británicas. Durante 1720-1730 corsarios cubanos, puertorriqueños y dominicanos diezmaron al comercio inglés de las islas haciendo grandes fortunas.
En 1739 un sobreviviente de un corso inglés llamado Jenkins fue apresado en las costas de Cuba, y luego de sufrir una terrible golpiza los españoles le cortaron una oreja y se la dieron para que mostrara a Inglaterra como España trataba a sus mercenarios. El gobierno británico utilizó este incidente para declarar la guerra que se estaba incubando y que pasaría a la historia como “La Guerra de la Oreja de Jenkins”.
Durante las guerras coloniales entre Inglaterra y Francia a lo largo del siglo XVIII, este país que estaba en clara inferioridad naval, utilizó muchos piratas para acosar a los buques ingleses.
Durante la Guerra de la Independencia norteamericana (1776-1783) los viejos vínculos entre las elites mercantiles de Charleston, Nueva Cork o Rhode Island con los filibusteros fueron reeditadas, pues debe tenerse en cuenta que la guerra entre los colonos e Inglaterra afectaba a muchos intereses antillanos, lo cual también explica la alianza que España. Francia y Holanda concertaron con los rebeldes.
Siglo de corsarios y de piratas metidos a contrabandistas y mercenarios, la décimo octava centuria no asistió a actos de piratería equiparables a los del siglo anterior.
Los océanos eran mucho más inseguros para los antiguos y solitarios depredadores del mar. Las revoluciones modernas y las luchas por la independencia marcarían el inicio de la decadencia final de los piratas. A comienzos del siglo XIX la desarticulación de los viejos circuitos comerciales, la supresión de la trata de esclavos, el patrullaje permanente de los mares por las flotas de guerra, y luego la aparición de los barcos a vapor, relegarían a los viejos bandidos de mar al museo de las glorias pasadas.

Bibliografía:

• De Lucía, Daniel Omar; Corsarios, bucaneros y filibusteros. Contrabando, guerra y tribus coloniales en el Caribe. (Materiales para uso interno de la cátedra).

• Arciniegas, Germán; Biografía del Caribe; Bs. As., Editorial Sudamericana, 1963.

• Batres Jáuregui, Antonio; La piratería en las costas centroamericanas en Collado, Carmen y otros; Centro América 1; México, SEP/Programa cultural de las fronteras, 1988, pgs. 113-117.

• Bosch, Juan; De Cristóbal Colón a Fidel Castro. (El Caribe frontera imperial); Madrid, Sarpe, 1985.

• Gall, Jacques; El Filibusterismo; México, Fondo de Cultura Económica, 1957.

• Oexmelin, Alexandre-Olivier; Historia de los aventureros filibusteros y bucaneros de América; Ciudad Trujillo, Editora Montalvo-Archivo General de la Nación, 1953.

• Parry, John y Sherlock, Philip; Historia de las Antillas; Bs. As., Kapeluz, 1976.

• Pinto Soria, Julio (editor); El Régimen Colonial en Torres Rivas, Edelberto (coord. Gral.), Historia general de Centroamérica; Madrid, FLACSO, 1993; TII.

• Ritchie, Carson; La búsqueda de las especias; Madrid, Alianza Cien, 1994.

• Wolf, Eric; Europa y la gente sin historia; México, Fondo de Cultura Económica, 1979.


Roberto Cofresí y Ramírez de Arellano

por Cayetano Coll y Toste


La goleta "Ana," navegando de bolina y orza(1), este, cuarta al nordeste, dobló punta Borinquen(2) e hizo frente a las embravecidas ondas del mar del Norte, dejando las tranquilas aguas del noroeste de la ensenada de Aguadilla.

--"Aferra el trinquete(3) y afloja foque(4) y mayor(5)", gritó Cofresí al segundo de a bordo; y echémonos mar afuera a ver si tenemos hoy buena fortuna a barlovento.

Las órdenes del pirata se cumplieron estrictas y la ligera nao empezó a navegar velozmente con todo su aparejo a vela llena. Las ondas se rompían impetuosas en su proa y azotaban con sus espumas blanquizcas la cubierta del barco. Las cuadernas de la goleta crujían de vez en cuando. Detrás iba quedando una estela de lechoso espumajo hirviente.

El horizonte estaba límpido, el cielo azul, y el brisote frescachón que soplaba del este estaba fijo. La isla se iba perdiendo de vista. De cuando en cuando una gaviota pasaba graznando sobre la embarcación: parecía un pañuelo blanco arrojado en el espacio.

--"Pilichi", dijo Cofresí al grumete, con soberbio ademán, "vé a mi camarote y tráeme el anteojo. Me parece divisar algo en lontananza".

Y el arrogante marino ponía la mano horizontal sobre las cejas, como una visera, para enfocar bien su mirada de águila y escudriñar las lejanías del mar. Recibido el catalejo lo tendió diestramente y, cierto de lo que presumía, por sus ojos fulguró un relámpago, y gritó al contramaestre con voz llena de fanfarria.

--"Hazte cargo del timón, Galache, que tenemos enemigos a la vista".

Era un brick(6) danés que conducía mercaderías de Nueva York a San Thomas. Para tal época esa isla, con su puerto franco, era un depósito de grandes aprovisionamientos de telas,ferretería y artículos de lujo traídos de Europa y Norte América para surtir las Antillas y Venezuela. Cada vez se distinguía más claro el confiado buque mercante. Cofresí pasó al entrepuente de proa e hizo en su presencia cargar el pedrero de bronce con un saquillo de pólvora y abundante metralla. Después se cercioró que estaba fuerte el montaje de la cureña y firmes las gualderas. Entonces marchó a popa donde reunió su gente, llamando a cada uno por su nombre, y les dio sus instrucciones. Revisó severamente machetes y cuchillos. Hizo traer más armas blancas y ordenó ponerlas en un sitio especial en el combés cerca del palo del trinquete. Y tranquilamente se puso a amolar, con sumo cuidado, su hacha de abordaje.

La gente del bergantín, al divisar la goleta, izó la bandera danesa en señal de saludo. La velera "Ana" izó bandera de muerte, es decir, la bandera negra de los piratas. El brick ya no podía huir y afrontó el peligro. La goleta era muy andadora y se habla apropiado directamente al enemigo. El bergantín estaba abarrotado en su carga. Su tripulación comprendió que tenía que habérselas con un barco pirata. Pronto la borda del brick fue ocupada por diez rifleros alineados que hicieron fuego de fusilaría. Eran malos tiradores. Las balas atravesaron el velamen de la "Ana" y algunas se incrustaron en la obra muerta(7) del casco. Entonces las armas de fuego no eran de repetición; de modo que mientras las cargaban de nuevo los tiradores del bergantín, la goleta se puso a doscientos pies de distancia y le lanzó una descarga de metralla con el pedrero de proa. El ruido del cañón impresionó a los marineros del brick y antes que pudieran disparar por segunda vez sus rifles, ya la "Ana" estaba al

Cofresí, hacha en mano, seguido de los suyos, saltó ágil y célere al buque abordado y atacó cuerpo a cuerpo a los defensores del brick. Estos no estaban preparados para un combate al arma blanca. Sonaron tres o cuatro tiros y quedó despejado el entrepuente(8). Los marineros del bergantín se refugiaron en las bodegas. Rápidamente se adueñó Cofresí del buque dando muerte al timonel y a algunos marinos que quedaron sobre cubierta. Después cerraron las escotillas(9) y quedó preso bajo cubierta el resto de la tripulación del brick. El capitán danés estaba junto al palo de mesana, en un charco de sangre, con la cabeza abierta de un hachazo. Los cadáveres fueron arrojados al mar y empezó el alijo de la sobrecubierta. En seguida se saquearon las bodegas con suma precaución y se trincaron bien los presos que iban apareciendo. Luego de saqueado el bergantín se le dio barreno, y se desatracó el pirata para verlo hundirse. El brick dio una cabezada primero y se inclinó de proa; después se fue sumergiendo poco a poco hasta que de repente desapareció bajo las aguas.

La "Ana" hizo entonces rumbo hacia la Isla, que se divisaba a sotavento, y maniobró en demanda de punta San Francisco para ocultarse en Cabo Rojo.

El comercio de San Thomas estaba aterrado con las depredaciones de Cofresí. Por fin el gobierno de Washington intervino y dio orden al Almirantazgo de castigar al pirata puertorriqueño. Pronto llegó a conocimiento de Cofresí que un barco de guerra norteamericano había venido a ayudar a las autoridades de la Isla para capturarlo o destruirlo. Entonces abandonó sus correrías por aguas del Atlántico y se pasó al mar Caribe.


Estando la "Ana" fondeada en el puerto de Bocas del Infierno divisó en lontananza una vela, y Cofresí con su velera nao salió prontamente a apresarla. Pero esta vez fue por lana y le zurraron la badana. Tan pronto estuvo a tiro de cañón recibió un balazo en el bauprésque le hizo comprender que se las había con un barco de guerra. No obstante, se le fue encima valentísimo y le hizo fuego de fusilería y cañón siendo recibido de igual modo.  
                                          
Ya en tierra dividió Cofresí su gente en dos grupos, dándoles por punto de reunión la playa de Cabo Rojo. Antes enterraron lo que pudieron salvar de la "Ana." Cada grupo bien armado emprendió la fuga por distinta vía.

Como las Milicias Disciplinadas estaban patrullando por aquella costa, pronto los dos grupos tuvieron que batirse y abrirse campo a sangre y fuego, volviendo a subdividirse, fatigados y jadeantes, hasta que acosados por la caballería tuvieron que rendirse a sus perseguidores. El jefe pirata fue cogido después de reñida refriega, todo cubierto de heridas.

Roberto Cofresí y Ramírez de Arellano(11), natural y vecino de Cabo Rojo, era un joven altivo, de veintiséis años de edad, robusto, valiente, audaz y de bravo aspecto. Unido a quince compañeros de la piel del diablo, eran el terror de estos mares antillanos con sus piraterías.

Para satisfacer a la vindicta pública y asegurar el reposo y tranquilidad de estas islas, fueron pasados por las armas en la mañana del 29 de marzo de 1825. Un gentío inmenso presenció el horroroso espectáculo en el Campo del Morro. Un destacamento del Regimiento de Infantería de Granada formó el cuadro para conservar el orden. Una descarga cerrada de un piquete de tiradores, a una señal sigilosa convenida, hizo que once de aquellos desgraciados pasaran a la eternidad. Los otros habían muerto en los combates sostenidos con las Milicias.

Satisfecha la curiosidad y llena de pavor dispersóse la muchedumbre conmovida. Las tropas volvieron a sus cuarteles a redoble de tambor. Y los cadáveres mutilados por la justicia humana quedaron expuestos al público por veinticuatro horas para escarmiento de malhechores.

Los hermanos de la Caridad, que no comulgan con el odio social, previo permiso del Gobierno, dieron sepultura a aquellos cadáveres en el cementerio de Santa María de la Magdalena.

sí terminaron el valiente Cofresí y sus intrépidos compañeros de correrías piráticas.

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NOTAS

1. bolina y orza: Se dice de la navegación de un barco de vela cuando marcha inclinando la proa hacia la parte de donde viene el viento.
2. punta Borinquen: Nombre del cabo de la Isla de Puerto Rico entre Isabela y Aguadilla.
3. trinquete: Palo que se arbola inmediato a la proa en las embarcaciones que tienen más de uno. La vela que se iza en el palo trinquete.
4. foque: Cada una de las velas triangulares que se colocan transversalmente desde los masteleros de proa a los botalones del bauprés y recogen el viento de soslayo.
5. bauprés y mayor: Se llama bauprés el palo grueso que sale de la proa de una buque para fuera, con más o menos inclinación al horizonte, y que siendo uno de los principales de la arboladura sirve para amarrar los foques.
Se llama vela mayor la principal de un barco que va en el palo mayor.
6. brick: Palabra inglesa que españolizada se dice brigbarca. Barco bergantín grande que además de sus dos palos ordinarios lleva otro pequeño a popa para armar una pequeña vela que se llama la cangreja.
7. obra muerta: Las obras exteriores de una embarcación que están sobre la línea del agua.
8. entrepuente: espacio que hay entre las cubiertas de una embarcación.
9. escotillas: aberturas con escaleras que dan paso del entrepuente al interior de un barco.
10. escandalosa: vela triangular o cuadrilátera que en algunos buques se larga sobre las cangrejas.
11. Roberto Cofresí: indica Coll y Toste, nació en Cabo Rojo, y era hijo legítimo de Francisco Cofresí y María Germana Ramírez de Arellano. Estuvo casado con Juana Creitof.
abordaje, ceñida al buque contrario por estribor.

Viendo la superioridad del contrario viró de redondo y a todo trapo emprendió la huida. La goleta, descalabrada, izó la escandalosa(10) sobre los cangrejos para escapar mejor, utilizando el viento de popa que le soplaba. Cofresí se puso al timón porque la "Ana" era una nave de buen gobierno y muy veloz, y dirigió la goleta paralelamente a la costa, bojeando el sur y burlándose de sus perseguidores hasta que la embarrancó en un bancal diestramente. Echados un bote y una chalana al agua ganaron los piratas la playa, librándose del buque de guerra que no pudo alcanzarlos, ni maniobrar con sus botes por aquellos sitios inabordables.

martes, 15 de septiembre de 2009

la Cruz Roja de Borgoña

Todas las banderas españolas tenían la Cruz Roja de Borgoña  que era el símbolo de las fuerzas imperiales españolas. El fondo era elegido por el capitán de la compañía cuando tenia una patente real para organizarla y reclutar soldados.

La bandera normal de una compañía era un cuadrado con 1,7 x 1,7 m de tamaño, pero algunas banderas (como la bandera del Tercio) medían 2,5 x 2,5 m o 2,0 x 2,5. La bandera del Tercio era la bandera de la compañía del Maestro de Campo quien era también el capitán de la primera compañía. 

La Cruz de Borgoña o Aspa de Borgoña es una representación de la Cruz de San Andrés en la que los troncos que forman la cruz aparecen con sus nudos en los lugares donde se cortaron las ramas. Este emblema ha sido incluido en los escudos de armas y en las banderas de España, tanto de tierra como de mar, desde 1506, época de su introducción con la Guardia Borgoñona de Felipe el Hermoso, hasta nuestros días,

La Pica:

 Las picas son similares a una lanza, pero mucho más grandes en longitud, midiendo normalmente entre tres y cuatro metros. A medida que se iban usando, las picas fueron ganando en tamaño, tanto de asta como de punta; las picas más largas podían superar los seis metros de longitud. Este tamaño requería una madera fuerte para su construcción, como por ejemplo el fresno, que se reforzaba a veces con dos tiras de acero, una a cada lado del asta.
Básicamente un piquero es un hombre armado de una pica.

Los piqueros formaban la parte defensiva de los ejércitos, mientras que la caballería formaba la parte más ofensiva. Debido al tamaño de la pica, ésta era prácticamente inútil en el combate cuerpo a cuerpo, por lo que los piqueros solían llevar alguna otra arma, como una espada.

En el campo de batalla, las picas se utilizaban en formaciones de falange o de "erizo". Por ejemplo, los escoceses formaron regimientos llamados schiltrones para luchar contra la caballería pesada inglesa en la Batalla de Bannockburn en 1314.
Los españoles desarrollaron los tercios, en la cual los arcabuceros protegían los flancos de la falange. Durante el siglo XVII, todavía se usaban grandes formaciones de piqueros, normalmente como protección de unidades de mosqueteros.


Los cuerpos de piqueros se generalizaron por toda Europa en los siglos XVI al XVIII y se convirtieron en unidades de élite.

lunes, 14 de septiembre de 2009

La alabarda

La alabarda es un arma enastada de astil de madera de unos dos metros de longitud y que tiene en su "cabeza de armas" una punta de lanza como peto superior, una cuchilla transversal con forma de hoja de hacha por un lado, y otro peto de punza o de enganchar más pequeño por su opuesto. 

Fue su fama tan merecida que muchas tropas o cuerpos de élite de la nobleza la portaban en versiones "ostentosas", habiendo algunos cuerpos militares que la siguen utilizando en estos días en actos públicos y desfiles militares como arma ceremonial. En la actualidad, la Guardia Suiza del Vaticano usa esta arma no sólo ceremonialmente, sino que también son entrenados para emplearla como arma de combate.

El soldado que se armaba con una alabarda se llamaba alabardero. También se llama así al soldado que realiza guardia de honor a los reyes de España. Es un cuerpo de élite de la Guardia Real Española, que son directos custodios de las Personas Reales, a las que dan guardia y protección a pie.

La primera gran acción pirata en America

La primera gran acción pirata se registró en 1521, cuando Jean Florín capturó, a la altura de las islas Azores, el tesoro del tlatoani azteca Moctezuma II, enviado por Hernán Cortés desde México: 
Al mando del grupo de españoles iba un joven capitán de Extremadura y hombre de confianza del gobernador: se llamaba Hernán Cortés. Desde el mismo momento en que arribaron a la región donde se ubican actualmente los puertos de San Juan de Ulúa y Veracruz, Cortés demostró excepcionales dotes de mando y habilidades para captar la compleja realidad del mundo indígena en México.

Asimismo, resolvió inmediatamente romper con Velázquez y proceder en adelante en nombre propio y de su hueste. Ello se materializó en el hundimiento de sus barcos, acto que simbolizaba que no habría vuelta atrás. De mucha ayuda resultó también una mujer, la Malinche o doña Marina, que Cortés había recibido de parte de algunos amistosos indígenas de la zona costera. Transformada en su amante, Malinche sirvió a Cortés como intérprete y consejera política en su calidad de conocedora de la mentalidad indígena mesoamericana. De esa manera, los españoles contaron desde un comienzo con valiosa información sobre las relaciones políticas que imperaban entre los diversos pueblos que habitaban la meseta del Valle de México y estaban sometidos a los tributos aztecas.

En la mente de Cortés cobró fuerza una idea: avanzar a la capital azteca y apoderarse de sus riquezas. Con ese fin, se dirigió primero al enclave independiente de Tlaxcala y luego de derrotar la resistencia logró la alianza estratégica con estos y otros enemigos de los aztecas.

Sevilla, 1522.- Los tesoros del emperador azteca Moctezuma, capturados por los españoles tras la conquista de las tierras mexicanas, cayeron en manos del pirata francés Jean Florin,. El pirata atacó la nave española que transportaba el tesoro hacia puertos hispanos y se apropió, además, de 58.000 barras de oro. Este acto se incluye dentro de la política del rey de Francia, Francisco I, de hostigamiento a la navegación intercontinental al haber quedado fuera del reparto de América por el Papa Alejandro VI. El éxito de esta operación sirve de estímulo a Francia y otras naciones hostiles a la Corona española, que de esta forma buscan introducirse en los asuntos americanos. 

A lo largo del siglo XVI, las guerras de España contra Francia y luego contra Inglaterra también se reflejaron en los mares americanos a través de la presencia de los corsarios. De hecho, la piratería y el corsarismo de esta época fueron para los ingleses y franceses una vía de ennoblecimiento, como la conquista lo había sido para los españoles. 

Las principales poblaciones del Caribe, puertos de salida de las flotas de la plata, fueron víctima de reiterados asaltos que forzaron a la corona española a la paulatina fortificación de sus posesiones. Igualmente la obligó a regular el transporte de los metales preciosos por medio de la creación del sistema de galeones y flotas, en 1561. Nombres como François le Clerc (el primer Pata de Palo), Jacques Sore, Martín Cote, John Hawkins, Francis Drake, Thomas Cavendish o el conde de Cumberland aterrorizaron en estos años a los vecinos de las Indias.

El trabuco

El trabuco es un arma de fuego de avancarga, de grueso calibre, con un cañón corto y usualmente acampanado. Es un predecesor de la escopeta, adaptado para servicio militar y defensivo. El término dragón designa un trabuco recortado al tamaño de una pistola. Fue utilizado en el siglo XVIII. Usada en el siglo XVIII,se carga por la boca del cañón y se dispara mediante una chispa. Esta arma es la predecesora de la escopeta.

Generalmente se cargaba con una sola bala de plomo, pero también podía utilizarse con más de un proyectil; es decir, con balas de menor tamaño (perdigones)

Para cargar el trabuco se procedía de la siguiente forma:
Se introducía pólvora negra dentro del cañón, por la boca de éste.
Luego se la compactaba, presionándola contra el fondo del cañón.
Se introducía la estopa por la boca del cañón para aprisionar la pólvora.
Después se colocaba la bala o munición, dentro del propio cañón.
Por último, había que poner pólvora fina en el oído de la chimenea, que comunicaba el mecanismo de disparo con la carga.
De esta forma ya estaba listo para ser disparado. Al hacerlo, se esperaba que las chispas producidas por el pedernal prendiesen la pólvora, lo que muchas veces no sucedía (debido al humedecimiento de la pólvora).
Una vez disparado, se reiniciaba el procedimiento de carga.

Como todas las armas de avancarga, el trabuco era muy lento de recargar debido a que se necesitaba compactar dos veces.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Photo Album 2009-09-12




CHENG I SAO

Los padres de Cheng I Sao la vendieron a un proxeneta cuando tenía 5 años. En 1801 se casó con un corsario descendiente de una de las dinastías de piratas más célebres del mar de la China. Cuando su marido murió, asumió el mando de los seis escuadrones que componían la flota pirata. La viuda exigía una completa disciplina a la tripulación, incluso redactó una legislación en la que decretaba que si un pirata intentaba establecerse por su cuenta se le perforarían las orejas, si reincidía, el castigo sería la muerte.
Era buena estratega y en un enfrentamiento entre sus barcos y los del Gobierno del Imperio ordenó que solamente una parte de la flota les hiciera frente, el resto atacaría por la retaguardia cuando estuvieran en plena batallla. Ante la imposibilidad de derrotar la poderosa flota pirata, el Imperio Chino decidió desarticularla convenciendo al jefe de la escuadra negra para que desertase y entregase 8000 hombres, 160 barcos, 500 cañones y 5.600 armas y a cambio el gobierno le daba dos pueblos y un lucrativo cargo gubernamental.

La pirata viuda negoció un armisticio y los piratas se convirtieron en marineros. Murió en 1844.

Exrtraído de la revista Sàpiens, núm. 37

MARY READ Y ANNE BONNY

Contemporáneas de Barbanegra terminaron sus aventuras en 1720 cuando los ingleses capturaron su nave. Las condenaron a muerte pero se salvaron de la ejecución porque las dos estaban embarazadas, Red murió de enfermedad y Bonny conseguía una prórroga detrás de otra gracias a la influencia de su padre.
Los testigos dijeron que se resistieron a la captura con un machete en la mano. Dorothy Thomas dijo que: “llevaban chaquetas masculinas y pantalones largos, pañueños atados al cuello, y un machete, y una pistola en las manos”, pero que sospechó que no eran hombres por “la excesiva amplitud de los pechos”.

A Mary Read su madre la disfrazaba de chico para hacerla pasar por un hijo muerto, así podía obtener dinero de su suegra que jamás descubrió el engaño. A los 13 años se puso a trabajar de chico de los recados de una aristócrata pero aquella vida la aburría, así que se disfrazó y se alistó como cadete de infantería para luchar contra el francés Luis XIV, pero tampooco le gustó y se pasó a la caballería, donde conoció a su primer marido a quien desveló su verdadero sexo. Dejó la armada para abrir una taberna, Las tres herraduras. Cuando murió su maridó se alistó en el ejército holandés, pero el aburrimiento la condujo rumbo a América y el barco en el que viajaba fue asaltado por un barco pirata. Se encontraba ante la disyuntiva de morir o de unirse a los piratas.

Anne Bonny también era hija ilegítima pero su padre dejó a su mujer para marchar con la madre de Anne a las colonias. Anne se enamoró de un marinero y se casó sin pedir permiso a su padre que no la perdonó y la echó de casa. Con su marido abrió una taberna, La nueva providencia, pero Anne se enamoró de un cliente, Rackham y lo acompañó en sus aventuras marítimas. En su barco conoció a Read e hicieron una gran amistad no sin los celos de Rackham que le consideraba un hombre y que respiró aliviado cuando Read se enamoró de un marinero capturado a quien suplantó en un duelo.

Corsarias

En la historia también hubo mujeres piratas. Jeanne Clisson se hizo corsaria para vengar la muerte de su marido, Mary Read y Anne Bonny fueron condenadas aunque se defendieron hasta la muerte.

JEANNE DE CLISSON

Casada con un conde bretón y madre de dos hijos su vida transcurría cómodamente hasta que Felipe VI acusó a su marido de alta traición y lo mandó decapitar. No esperó a que sus hijos crecieran para consumar la venganza, se acercó a Eduardo III, deseoso de apoyar a quien pretendiera perjudicar al rey francés (en plena guerra de los Cien años), que le dió tres barcos y tres patentes de corsario.

Pronto se ganó el sobrenombre de la Leona Sanguinaria y se convirtió en la pesadilla de Felipe VI. Sus abordajes eran legendarios, los testigos explican que sus naves eran negras, las velas del color de la sangre y que la viuda no tenía piedad. El rey ordeno su búsqueda, y la lucha entre militares y corsarios duró horas hasta que los corsarios se rindieron.

Clisson escapó en una pequeña embarcación con sus dos hijos, durante días navegó a la deriva sin agua ni alimentos. El niño más pequeño murió y el mayor con el tiempo acabaría convirtiéndose en aliado de los asesinos de su padre.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Bucanero, Filibustero y Engagé

Bucanero
Con este término se empezó a conocer a ciertos colonos franceses que se habían establecido en la parte occidental de La Española (actual Haití). Recibían el nombre de bucaneros, derivado de la palabra india "bucan" con que designaban los indios el lugar donde ahumaban la carne, quemando madera verde bajo unos palos en forma de parrilla, que recibían el nombre de "barbacoa". En aquella parte desocupada de la isla (la parte oriental la ocupaban los españoles) se habían reproducido extraordinariamente toros y vacas y los bucaneros se dedicaban a cazarlos para vender luego sus pieles y la carne ahumada a los barcos, que sabían apreciar el sabor y la durabilidad de las carnes bucaneras. Los bucaneros vivían en la más salvaje libertad; nadie les mandaba ni reconocían ninguna autoridad. Ésto atrajo a todo tipo de gentes desahuciadas, proscritos, fugitivos, esclavos, indios rebeldes, desertores, perseguidos por la religión, etc. El número de bucaneros fue en aumento y en 1620 empezaron a ser perseguidos por los españoles. Decidieron arriesgarse a cometer pequeñas correrías maritimas y tomaron como base de operaciones el islote de La Tortuga, próximo a La Española. La aceptación de Le Vasseur como gobernador de la isla, y la toma de conciencia de su importancia real, les lleva a asociarse en la célebre "Hermandad de la Costa" o "Confederación de los Hermanos de la Costa" que dio origen a los filibusteros.


Filibustero

Como en La Tortuga no había caza, los bucaneros se encontraron ante un dilema para poder subsistir: o bien iban en canoas a La Española para cazar o tenían que dedicarse a la piratería. A los que prefirieron ésto último se les llamó filibusteros. La palabra filibustero proviene del holandés "Vrij Buiter" ("el que va a la captura de botín", en inglés "freebooter". Después de la dura lección que habían recibido al ser arrojados de La Española, los "freebooter" comprendieron que era preciso unirse si querían hacer frente a posibles contingencias. Acostumbrados a vivir con absoluta independencia, no permitieron que les rigeran superiores, leyes o códigos. Nacía así "La Cofradía de los Hermanos de la Costa".Los filibusteros atacaban barcos de cualquier nacionalidad, aunque una vez más serían los españoles sus presas las más de las veces. Utilizaban mayormente pequeñas embarcaciones, muy ligeras y maniobrables y con frecuencia eran financiados y apoyados extraoficialmente por potencias europeas con intereses en mermar el comercio del enemigo. Se concentraron mayormente en torpedear el comercio entre las colonias y se cuentan auténticas hazañas de barcos filibusteros con escaso armamento y poca tripulación, que apresaron galeones cargados de oro y con un poder artillero sobrecogedor.

Engagé

Palabra francesa que significa enganchado. Un engagé era un hombre libre que firmaba un contrato por tres años en el que se obligaba a trabajar como siervo para un tercero, en condiciones similares a la esclavitud. Solía ocurrir que durante los dos primeros años de contrato, sus condiciones de trabajo fueran buenas, pero, con frecuencia, eran sometidos a un durísimo trato durante su ultima etapa de compromiso obligándoles a reengancharse a cambio de mejorar su situación.

Corsario

Corsario
Un barco corsario era aquel que navegaba a las ordenes de un rey y realizaba "actos de guerra" contra los intereses de un país enemigo (normalmente se trataba de debilitar su poder comercial y colonial). Los corsarios tenían en su poder documentos que autorizaban al barco a llevar a cabo tales actos. Dichos documentos recibían el nombre de "Letter of marque" o "Patente de Corso". Los límites que planteaban estos documentos eran muy ambiguos y normalmente eran los capitanes corsarios y sus tripulaciones quienes decidían que era lo que podían hacer y que era lo que no. Las Patentes de Corso eran entregadas por un rey, aunque lo más habitual en la práctica era que éste delegara en un gobernador. En tiempos de guerra, incluso podía llegarse al extremo de organizar expediciones corsarias contra los intereses de una potencia hostil. Cuando esto sucedía, los capitanes y tripulantes de las embarcaciones corsarias estaban obligados a entregar todo el botín a excepción de una pequeña parte (que podía ser un quinto o incluso más). Cuando los barcos corsarios no formaban parte de ninguna misión de la Corona, solían atacar cualquier buque cuya bandera no fuera la suya, comportándose como piratas pero aún conservando los derechos de navegar en corso. El botín que conseguían de esta manera era para ellos, aunque estaban obligados a entregar una parte al gobernador colonial que procediese. Los barcos corsarios podían considerar como puertos seguros aquellos que perteneciesen al país bajo cuya bandera hacían el corso, gozando además de su protección. Los corsarios no podían ser colgados por practicar la piratería porque gozaban de un "permiso" (la patente de corso) expedido por la Corona. Evidentemente, un corsario apresado por el enemigo no podía confiar mucho en este punto, pues era costumbre colgar a los corsarios enemigos.

Pirata

Pirata
La palabra "pirata" proviene del griego y su significado es "el que emprende", "el que intenta fortuna". Los piratas eran ladrones del mar que actuaban al margen de toda ley. Sus fines no eran políticos, buscaban su propio beneficio y no servían bajo ninguna bandera que no fuera la Jolly Roger (o bandera pirata). Muchos corsarios se convirtieron en piratas durante el periodo en el que España e Inglaterra firmaron la paz. Los principales blancos de los ataques piratas eran mayoritariamente los barcos (y también los asentamientos coloniales) de bandera española o portuguesa. Es lógico que así fuera puesto que eran precisamente esos dos países quienes monopolizaban el comercio entre Europa y el Nuevo Mundo. Sus buques cargados del oro y la plata de Las Indias, eran un suculento bocado para los piratas. Pero ninguna bandera estaba a salvo de los salvajes perros del mar. Los reyes europeos trataron de luchar contra los piratas fletando barcos bien armados y equipados. Irónicamente, cada vez que se daba a un capitán el mando de un buque bien pertrechado se le estaba invitando a establecerse por su cuenta y, por qué no, a convertirse en aquello contra lo que se pretendía que luchase.

viernes, 14 de agosto de 2009

MIGUEL ENRIQUEZ-CORSARIO NEGRO PUERTORRIQUEÑO

el doctor Ángel López Cantos, profesor de la Universidad de Sevilla y especialista en la Historia de América, publicó un libro en torno a este fascinante personaje, quien nació en el San Juan de Puerto Rico de 1674, muriendo allí mismo en 1743

La madre de Miguel Enríquez, Graciana, fue una ex-esclava. Su padre, cuya identidad no se conoció con precisión, era un hombre blanco vinculado a los altos estamentos de la sociedad sanjuanera de la época. Dada su condición de mulato, Miguel Enríquez pasó sus años de juventud como un zapatero, un ciudadano más, sin importancia, en el Puerto Rico colonial de la época. No obstante, y aparte de su inteligencia natural, contó con una ventaja invaluable para esa época: aprendió a leer y a escribir. Una coyuntura histórica, que él supo aprovechar gracias a la conexiones que cultivó en el gobierno colonial español y a su talento innato, le abrieron las puertas a la grandeza.

El poderío español en el Caribe se encontraba en proceso de erosión, ante su incapacidad para impedir que otras potencias europeas, tales como Inglaterra, Francia y Holanda, se apoderasen de las Antillas menores e incluso de otras más grandes, como Jamaica y Trinidad. El asedio de los enemigos de España contra las restantes colonias hispánicas en el Caribe, Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico, obligó al gobierno español a depender de los llamados corsarios o guardacostas, que no eran otra cosa que ciudadanos privados que ponían sus embarcaciones al servicio de la Corona, prestando vigilancia y apresando buques enemigos en las aguas caribeñas, para luego repartirse las ganancias con el gobierno. Miguel Enríquez fue uso de esos que se hicieron corsarios.